jueves, febrero 11

La antropóloga
La antropóloga de ojos oscuros y rasgados nos explicaba en su clase de antropología cognitiva que el conocimiento campa por sus respetos y a veces inunda de sensaciones nuestras redes neuronales. Por ejemplo, élla, la antropóloga de ojos rasgados, cuando corta una fresa siempre recuerda todos los corazones que ha partido. Y no acabó ahí; nos preguntó ¿y ustedes cómo parten las fresas?, ¿en dos trozos iguales?, ¿en cuatro...?, ¿asimétricamente...? Mientras su voz se perdía entre interrogaciones, yo veía el corazón de la antropóloga manando zumo de fresa en mitad del estrado. El aula se inundó de reflejos rojos y de un sabor de bolero dulzón. Me levanté de la tercera fila, bajé despacio las escaleras y delante de ella hice un cuenco con mis manos a la altura de su corazón: no quería que ni una gota de ese flujo espeso se perdiera. Élla me miró, asi es que usted parte las fresas en dos trozos iguales, verdad?

2 comentarios:

  1. Suerte tenerte alli cuando la antropologa ... recordaba como cortaba fresas

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  2. ME HA GUSTADO ESA MEZCLA SINÉSTESICA DE CONOCIMIENTO Y SENSACIONES..

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